LA RESPONSABILIDAD DETRAS DEL VOLANTE

LA RESPONSABILIDAD DETRAS DEL VOLANTE

Desde pequeño siempre vi a mi padre y mi abuelo conducir con confianza y tranquilidad. Sin saber que detrás de cada sonrisa que me dirigían, en cada semáforo con luz roja escondía su estrés y preocupación, manejar puede verse muy emocionante, pero es una gran responsabilidad.

Cuando subes a un auto, camioneta, autobús, etc. solo hay dos puntos de vista, el de conductor y pasajero, el conductor es el responsable de llevar a todos sanos y salvos, no es solo su vida la que transporta y por ello debe activar sus cinco sentidos para poder estar atento a las señales del camino y de lo que en la vía pueda pasar, como un loco del volante que aparezca de la nada, un agujero en la pista, o un animal que cruza intempestivamente, y los peatones o ciclistas que siempre deben tener la preferencia, un conductor debe estar preparado y alerta para enfrentarse a la irresponsabilidad de otro conductor que no cumpla las reglas de tránsito, porque siendo honestos usted puede respetar todas las reglas de tránsito; bajar la velocidad cuando vea la luz en amarillo, siempre usar las luces direccionales, hacer las paradas en los stop correspondientes, usted puede cumplir con toda las normas pero aun así es propenso a sufrir un accidente de tránsito.

A diferencia del pasajero que va confiado en las manos del conductor, sin estrés y sin preocupación, deseoso de llegar a su destino, podemos desviar la vista hacia el paisaje o en otra dirección a la que vamos, jugar con nuestros celulares y talvez hasta pestañar antes de llegar a donde tengamos que llegar, nos sentimos seguros pues la tensión no está bajo nuestros hombros, pero hay algo que el pasajero debe hacer para apoyar al conductor, NO DISTRAERLO, dejar que conduzca tranquilo y sin presión, apoyarlo si lo requiere y siempre llevar los cinturones de seguridad.

Estoy seguro que al igual que yo, en algún momento de sus vidas tuvieron que vivir un accidente de tránsito, y no por culpa suya, pues muchas personas hoy en día conducen estresadas, con el tiempo en contra, o distraídos con la tecnología. Hace unos años cuando mi padre nos llevaba a la escuela a mi hermano y a mí, bien asegurados con los cinturones de seguridad, y el super concentrado para conducir no avanzamos más de un par de cuadras cuando al voltear la esquina, un taxista que manejaba a excesiva velocidad, en una zona urbana donde había un límite de velocidad establecido.

Nos impactó, al momento que cruzábamos la calle este conductor no respeto la regla de tránsito que da la preferencia al conductor del lado derecho cuando se encuentran en una esquina sin semáforo, afortunadamente no fue muy grave el choque, pero nos quedamos muy asustados por el impacto, en un futuro puede repercutir en nosotros cuando necesitemos manejar un auto, ya que habrá un temor oculto generado por esta experiencia, las personas no olvidamos momentos traumáticos menos los niños.

Conducir a alta velocidad es muy común en los taxistas de mi país, por estas imprudencias ocasionan la muerte de miles de personas, personas inocentes que son parte de familias, hijos, padres, tíos, abuelos que tienen alguien que lo espera en casa y perderlos de esta manera es muy dolorosa para cualquier ser humano.

También se ve muchas personas irresponsables que manejan en estado de ebriedad, arriesgando su vida y de otras personas, si vas a tomar no te arriesgues a conducir porque tus reflejos no son los mismo, también las personas bajo el efecto de una droga, pueden perder el sentido de la realidad y causar accidentes irreparables, a esto se suma el uso de la tecnología que en vez de ayudarnos a veces nos complica, pues llevar el celular en la mano cuando uno está conduciendo ha sido un factor de distracción con más números de accidentes en los últimos años.

Manejar es un privilegio, mediante el cual Podemos llegar a muchos lugares, facilitar nuestro trabajo, economizar nuestro tiempo y maximizar nuestros resultados. Seamos responsables con nuestras actitudes, con nuestro comportamiento, con la Sociedad, no seas un peligro en el volante por el contrario seamos un ejemplo para imitar, ser buen conductor no está basado en la edad o el género, todo está en ser responsables y cumplir con las normas de tránsito y de conducta.

Se que llegara el día que tengas que conducir un automóvil, espero que cuando lo hagas estes preparado conociendo todas las normas de tránsito que se aplican en tu país, más aún seas consciente de tomar el volante y respetar la vida, tu vida y la de los demás, recuerda todos somos importantes y deseamos regresar a casa.

Es preferible perder un minuto en la vida, que perder la vida en un minuto.

Anónimo